Un Tiuque observando desde lo alto el panorama
Sector residencial de Lo Cañas. Llamándome la atención la invasión urbana del sector precordillerano rondando los 1100 metros de altura.
La ruta vehicular ya de tierra, seguía ganando altura con una inclinación no menor, lo que volvía mas desgastante el caminar.
Finalmente logre dar con el sendero, lo que me permitió obtener esta vista del camino recorrido. Al centro se aprecia el sector de lo Cañas, y a la izquierda el aún no explotado habitacionalmente Parque Panul.
Seguía el recorrido de sur a norte.
Vista hacia el sector oriente, con el Manquehue al fondo.
Vista panorámica hacia la ciudad.
Disfrutando la vista y el lugar. A esa altura el calor ya no era tan intenso, por lo que se podía disfrutar un poco más.
Vista hacia el Tarapacá. Se logran apreciar en la altura las antenas que coronan dicha cumbre.
Algunas de las muchas aves que tuve la suerte de tener de compañía en mi caminata.
Abajo un Jilguero.
Mero.
Llegando al sector del "Quijote"
"El Quijote", sector donde confluyen quebradas. Se puede acceder por la quebrada el Ensueño, El Durazno, o desde el sur desde la ruta que estaba realizando.
Mirando hacia la quebrada del Durazno.
Sector de abundante vegetación en la quebrada, muy cerca ya de mi destino final de ese día.
1750 metros. Sector de gran vegetación y última oportunidad para obtener agua de la quebrada antes de continuar a las altas cumbres del Punta Damas o San Ramón.
Luego de un merecido descanso bajo enormes arboles, era el momento del descenso. En esta ocasión mi idea era bajar por la quebrada del Durazno, y "salir" a la ciudad por el sector de Jardín Alto.
Descenso rápido, descubriendo un bonito sector de la sierra de Ramón. Quebrada por lo demás que te permite seguir ascendiendo y tenerla como opción alternativa a la clásica quebrada de Macul.
Llamativas palmeras ya muy cerca de la ciudad.
Aún me faltaba un poco, ya que al llegar al sector residencial, debía seguir caminando para poder tomar alguna micro que me llevara de regreso, lo que conseguí en un par de kilómetros mas adelante.
Luego de un 2020 bastante atípico y bien complejo en diversos sentidos, logre finalizar el año con una caminata que en lo personal cumplió con mis expectativas.
Pude conocer un sector que no había recorrido antes, y caminar por la quebrada del Durazno que hasta hace poco para mi era totalmente desconocida.
Opción de trekking para medio día, sin muchas dificultades, con un sendero siempre visible. 16 kilómetros distribuidos en menos de 5 horas, con descansos incluidos a un ritmo tranquilo.
Esperar que este 2021 nos traiga mas aventuras, aire libre y no mas agotadores encierros forzosos para poder recuperar en parte los efectos que el confinamiento dejó en todos los amantes de la naturaleza y las caminatas al aire libre por cualquier rincón lejos de la ciudad.