Entretenida aventura familiar visitando por primera vez este bello Parque Nacional en un día muy caluroso a fines del mes de octubre.
La idea era recorrer parte de su camino vehicular, visitar la Laguna que le da su nombre, tener algunas panorámicas del Volcán Antuco y si el tiempo lo permitía, realizar un sendero circular breve de 4 kilómetros visitando dos cascadas.
Lo bueno de todo es que se pudo realizar todo lo planificado, así que muy feliz con la experiencia.
Ya en la ruta, cada vez mas cerca del acceso al Parque.
En el sector del centro de ski, sin nada de nieve, teniendo como fondo el Volcán Antuco.
La laguna del Laja
Luego de visitar el sector del centro de Ski, encontramos un bello refugio para almorzar y recargarnos de energía bajo los arboles al lado de un estero.
Y bajo el inclemente sol de aquel día, dimos por iniciada la caminata por el sendero las Chilcas.
El primer tramo es totalmente expuesto, siendo la parte mas calurosa el cruce del sector de escoria volcánica que por su tonalidad oscura de las rocas, absorbía aun mas el calor.
Fue verdaderamente cruzar por un horno.
Llegando al primer salto.
Salto las Chilcas.
Felices con Alonsito, mi compañero de Trekking de esa tarde.
El Rio Laja descendiendo con toda su fuerza y esplendor
Y seguíamos la ruta.
Haciendo pausas y buscando "sombras" bajos los escasos arboles que se encontraban en ese sector.
Alonsito Feliz!
Salto el Torbellino, que marca el fin del sendero.
Al regresar tomé un pequeño desvío hacia el sector boscoso para encontrar algún estero con el fin de descansar y principalmente hidratarnos. Al poco caminar encontré un hermoso lugar en donde pudimos descansar, mojarnos y recobrar las energías que el caluroso día nos había quitado.
Felices con Alonsito.
El regreso fue por el mismo sendero, y ya en un rato estábamos en los estacionamientos para así dirigirnos al destino final de aquel mágico y hermoso día que quedará para siempre en nuestros recuerdos.
Un bello Parque Nacional que vale la pena visitar.