El pasado día lunes 17 de Diciembre, y mientras nos encontrábamos visitando la bella ciudad de Coyhaique, capital de la majestuosa región de Aysen, decidimos destinar un día para recorrer algún sitio para acercarnos a las múltiples bellezas naturales de la zona, por lo que surgió como una buena posibilidad visitar esta reserva que se encuentra muy cerca de la ciudad, visible también desde el hospedaje donde nos encontrábamos.
La Reserva Nacional Coyhaique es un área protegida ubicada a pocos kilómetros de la ciudad homonima. Con una superficie de 2150 hectáreas. Existe una diversidad de especies exóticas producto de reforestaciones realizadas en el pasado, con el objetivo de proteger el suelo, seriamente amenazado a raíz de incendios forestales que afectaron a esta área principalmente en la década de los años 50.
Existe la posibilidad de acceder a ella caminando, o como el caso de nosotros, acordar una tarifa con algún taxista para el traslado hasta el portón de acceso.
El valor del traslado fue de 7000 mil pesos, y para el regreso la misma persona nos fue a buscar, pagando el mismo valor.
En el acceso a la reserva, te entregan un folleto con los senderos disponibles a realizar, muchos de los cuales se dividen en pequeños tramos, los que sumados te permiten realizar un circuito por varias lagunas que en total suman 15 kilómetros.
Son varios los nombres de los senderos, pero la ruta de las lagunas fue nuestra opción, teniendo como primera visita la Laguna Verde, luego Laguna Los Mallines, Luego Venus y finalmente Laguna Los Sapos, para así volver al punto de inicio.
Comenzando la ruta.
Nos tocó un día totalmente despejado, ideal para una caminata agradable.
Inicialmente, se recorre de oeste a este, siguiendo en paralelo a la ciudad, y al ir ganando altura, se logra ir apreciando parte de esta.
Sector de la "Casa Bruja"
Vista desde un mirador.
Plantaciones de arboles nativos.
Los intentos por reforestar esta área azotada por los incendios intencionales de los colonos para despejar el bosque y así habilitar tierras para el pastoreo continua.
La primera meta del día. Llegando a la Laguna Verde.
Existe un sendero para rodearla, lo que permite tener vistas desde todos los ángulos.
Aquí algunas fotos
Era el momento de un descanso para recuperar energias y así seguir con nuestro recorrido.
Ameritaba una foto familiar para dejar registro de nuestra visita a tan bello lugar.
Y retomamos el sendero.
Ahora en dirección a laguna los Mallines.
Una gran sorpresa en el camino.
Dos pitíos vocalizaban tranquilamente en lo mas alto de un árbol.
Un acercamiento a uno de ellos.
Otra foto.
En medio del bosque.
Laguna Los Mallines.
Una breve detención, y proseguimos
Una nueva foto.
Nuevamente cruzando por el medio del bosque.
Un pequeño arroyo a un costado del sendero
Llegando a la laguna Venus.
Al fondo se aprecia la cumbre del Cerro Cinchao, tambien posible de visitar en un sendero mucho mas extenso.
Ya era el momento de un descanso mas extenso.
A orillas de la laguna, disfrutando del silencio y el sol en tan magnifico lugar.
Y la última laguna a visitar por ese día, la Laguna Los Sapos, la mas rica en cuanto a avifauna.
Pudimos observar la presencia de Pato Real, y Patos Jergon tanto grandes como chicos.
Foto familiar. Los papas junto a sus pequeñitos nadando en la laguna.
Luego de la laguna los Sapos, el sendero comienza a descender en dirección al punto de partida, y a pocos kilometros de la entrada reaparece la señal de celular, por lo que fue el momento contactar a don Ernesto, el taxista que nos llevó hasta la Reserva. Ya era hora del regreso.
La ruta completa que hicimos fue de 15 kilómetros, lo que nos tomó un tiempo de 5 horas y media, con detenciones bastante generosas y teniendo un ritmo muy tranquilo en todo momento.
Una visita ideal si tienes pensado visitar la ciudad de Coyhaique, cercana a la ciudad, con senderos para todos los gustos y posibilidades, con una buena señalización y un bello entorno natural.
¡Que mágica caminata en familia!
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