Caminata realizada durante el verano pasado, (Fines de febrero del 2024), mientras nos encontrábamos visitando la hermosa región del Ñuble, en el sector del Valle de las Trancas.
Estando allá escuché de esta laguna cordillerana, y de la bella ruta de acceso a ella, por lo que busque mas información y me organice para realizar una nueva aventura.
Desde el valle las trancas hay un desvió hacia el norte hacia Shangri-La, con una ruta vehicular que en los últimos kilómetros se torna muy compleja, por los desniveles y rocas expuestas que presenta. El final del camino vehicular es muy claro, y es el lugar que marca el inicio de tu caminata.
Al poco andar ya te internas por un maravilloso bosque, y en pocos minutos me entrego sus primeras sorpresas.
Un golpeteo constante me llevo a caminar en dirección a dicho sonido, llevándome una agradable sorpresa de encontrarme con pájaros carpinteros.
Acá un carpintero hembra.
Un majestuoso Carpintero Macho.
Luego de la detención y pausa necesaria para fotografiar tan maravillosas aves, la ruta seguía ganando altura, hasta que llego el momento de salir del bosque y enfrentar un paso de escoria volcánica.
El sendero es claro en todo momento, y esta muy marcada la huella a seguir por medio de las rocas
Otra detención para inmortalizar el momento
Poco mas adelante, las ruinas del refugio Shangri-La
Cruzando nuevamente el bosque
Luego del bosque, a lo que vinimos. Enfrentar directamente el cerro, ruta mas empinada lo que te permitirá ganar altura y agotarte rápidamente.
A mayor altura logras hermosas vistas del lugar y de las montañas nevadas que se encentran mas alejadas.
El cansancio del ascenso se compensaba con las pausas para descansar y la contemplación del entorno.
Luego de una subida intensa, finalmente se llega al portezuelo, y se puede observar en detalle la cadena de cerros que separa los valles
Y a la izquierda, la vista de nuestro destino final del día, la laguna Huemul
Una panorámica desde la altura
Si o si me tenia que inmortalizar junto a la bella laguna desde la altura
Luego del descanso y muchas fotos, me dirigí hacia ella
Las infaltables aves, entregando su compañía y belleza en tan sobrecogedor entorno natural
Un lugar de paz y tranquilidad. No me encontré con nadie en la ruta, ni de ida ni de vuelta. Un momento en silencio para la contemplación y el relajo.
Momento para las últimas fotos.
Antes de partir aproveche de llevarme algo de basura que los ignorantes de siempre dejan como recordatorio de lo complejo que es cuidar estos entornos naturales tan bellos.
Partiendo de regreso. Ya satisfecho y feliz por un nuevo logro conseguido.
Quedaban aún varios kilómetros para regresar al inicio de la ruta, un largo traverse por los cerros y un descenso por un abundante bosque que me exigió el estar atento en todo momento para no perder el sendero.
La ruta completa fueron 14 kilómetros, con un desnivel aproximado de 700 metros. El tiempo siempre dependerá de tu ritmo y eso es algo que se debe organizar siempre antes de partir a cualquier excursión.
Si te encuentras por la zona, es una caminata mas que recomendable, un destino necesario si es que eres un amante de la naturaleza y las caminatas.
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