De la ruta al mirador de cóndores se ha hablado y visto mucho en diversos medios de comunicación en los últimos años. Información en internet, redes sociales, programas de TV, etc. Desde hace un tiempo, este trekking se volvió "famoso", y todos por alguna razón , tenían que realizarlo si o si.
Como nunca me han gustado los destinos atestados de turistas o caminantes que buscan la "selfie" y listo, lo evite por bastante tiempo, pero ese tiempo pasó, y las circunstancias de la vida me llevaron a visitarlo el pasado día domingo 14 de febrero.
Yendo al detalle de la ruta, esta presenta una extensión de 10,5 kilómetros ida y vuelta, con un desnivel de casi 800 metros, siendo una característica de esta caminata el que siempre vayas ganando altura, siendo los lugares de planicie casi inexistentes.
La ruta, puede ser dividida en tres tramos, con hitos bien definidos. La
primera desde el inicio a una planicie en donde en invierno y primavera
se puede encontrar una pequeña laguna, (la cual estaba seca ahora
cuando la visitamos), el segundo tramo hasta el cruce del estero, el
cual es una excelente opción para refrescarte con su frías aguas,
hidratarte y cargar energías para el ultimo tramo que es solamente ascensión hasta llegar a tu destino.
09:20 de la mañana, y estábamos dando inicio a la caminata.
Una enorme montaña nos acompaño en el tramo inicial. Desde la altura se podían ver diversos esteros con cascadas que caían hacia nuestra dirección.
Una hermosa águila sobrevolando cerca nuestro, era la primera rapaz que veíamos.
La ruta es siempre exigente, lo que se recompensa con que ganas altura muy rápido, por lo que las vistas desde lo alto no tardaron en aparecer.
Llegando al fin del primer tramo, "la planicie o laguna seca", lugar donde puede observar parte de la fauna del lugar.
Un hermoso cernícalo.
Tórtolas Cordilleranas.
Siendo observadas por el cernícalo que a esa hora quizás buscaba su desayuno.
Retomamos la ruta por una constante subida, bordeando una pequeña cuesta, hasta llegar a una casa con corrales de animales. Pasado este lugar, llegas al estero, finalizando así el segundo tramo.
El estero, con una caída de agua formando una pequeña cascada.
Un Carancho cordillerano juvenil observando desde la altura.
Hidratado, bien mojado con las frías aguas del estero, listo para el tramo final, el más exigente y desgastante. Pura subida, sin detenciones.
Faltaba todavía, a lo lejos de aprecian unas colinas.
A la derecha de las mismas, estaba nuestro destino final, quedaban todavía unos 150 metros de desnivel.
Un Aguilucho observando desde la altura el panorama y buscando una potencial presa.
Cada vez menos, ya a mayor altura, obteniendo enormes panorámicas del cajón del rio Colorado.
Finalmente, meta conseguida. Luego de poco mas de 5 kilómetros y 2 horas de caminata a un ritmo bastante tranquilo, se pudo lograr el objetivo.
Algunas vistas desde la altura.
Intervención humana en las montañas.
Por todo alrededor de podían ver caminos, faenas, construcciones, túneles, camiones.
Y una vista maravillosa a un gigante.
Un hito y construcción magnifica de la naturaleza, el volcán Tupungato, de 6570 metros de altura.
La foto oficial, agregando una nueva ruta al registro personal.
Como lo escribí al comenzar este relato, por mucho tiempo evite este trekking.
Se había vuelto demasiado "famoso", lo que va contra mi motivación interna de "explorar" las rutas. Entiendo que todos los lugares a los cuales he podido ir ya han sido mas que visitados en los años previos, pero sentía que el mirador de cóndores se estaba volviendo "peligrosamente conocido" y saturado por las hordas de visitante
En esta oportunidad por ejemplo no vi ningún cóndor. Desconosco la razón, y espero de verdad que sea por el ritmo propio de reproduccion y distribucion de la especie, pero pienso que si las personas visitan un lugar de anidación en masa, con perros, con drones, con bullicio, inevitablemente las especies del lugar terminaran alejándose por temor y protección a los suyos.
