lunes, 26 de julio de 2021

Cerro Purgatorio Invernal



Desde Octubre del 2020, al llegar a nuestro nuevo hogar y comuna, pude observar en dirección sureste la presencia de un llamativo cerro que en ese momento desconocía completamente su nombre y existencia. Con el tiempo, pude averiguar que se trataba del Purgatorio, nombre entregado por algunos por lo extensa de la ruta, y por algunos tramos complejos que rememoraban aquel paso previo al infierno.

Con el paso de los meses de cuarentena seguí buscando información, contando con todos los datos necesarios para intentar su cumbre, apenas las condiciones sanitarias así lo permitieran.

El Jueves 8 de Julio, tuve la suerte de iniciar mis vacaciones, y también suerte de que me acompaño un día soleado con una agradable temperatura. Semanas atrás había nevado, así que esperaba encontrarme con algo de nieve llegando a su cumbre, aunque desde mi perspectiva, mirando su cara norte, este se presentaba totalmente seco.


07:40 de la mañana. Y con los primeros rayos del sol asomándose, di por iniciada la caminata.





El primer tramo hasta alcanzar uno de sus "brazos" es una constante subida, extensa en distancia, por lo que no es un gran desgaste físico. Son 4,5 kilómetros, partiendo desde los 850 metros, hasta alcanzar los 1650 aproximadamente.











A los 1700 metros. Con una panorámica hacia un Santiago brumoso. El día despejado permitía ver las cumbres mas emblemáticas de la cordillera de la Costa. Hacia el norte La Campana, El Roble, Bustamante y hacia el sur el Altos de Cantillana y Horcón de Piedra. 





Mientras me encontraba rodeando por el sector sur, me pude encontrar con los primeros rastros de nieve. Una baja temperatura me acompaño por este tramo, ya que el sol se encontraba cubierto totalmente por la cumbre.






Siguiendo con el ascenso, pude nuevamente observar la cumbre. Esta vez ya mucho mas cerca, pudiendo distinguir con mayor claridad las antenas que se encuentran instaladas.






Mirando hacia el sur, parte del camino ya recorrido. Me encontraba ya muy cerca de enfrentar el mayor desafío de la ruta, una pendiente nevada que me debería llevar a los 2300 metros, a las puertas de la cumbre.








Tomándome un descanso. 
La caminata se hacia lenta, y la nieve blanda a ratos me cubría hasta las rodillas. 
El objetivo parecía lejano, y el avance era muy lento. Las dudas surgieron, y la opción de abandonar se cruzo por mi mente.









Mirando hacia abajo, el camino ya transitado. 
Aún quedaba un poco para conseguir el merecido premio final.










Esta foto fue 10 minutos después de haber llegado a este lugar. Lo primero que hice fue lanzarme sobre el piso, de espaldas, tratando de respirar profundo, y recuperarme del enorme esfuerzo que me había demandado llegar hasta la meta.

En ese momento sentí que sin estar en la cumbre todavía, ya había llegado. Habiendo superado ese desafío, el camino ahora se veía mucho mas sencillo.






Me tomé varios minutos para comer algo, hidratarme, y extasiarme con las hermosas vistas hacia la cordillera nevada.







El Plomo. El guardián de la ciudad.





Vista hacia el sur. Cumbres menores ya sin nieve.





Cerro Alto en Pirque. Al fondo, el cordón de los Altos de Cantillana.






Y nuevamente retomando el caminar. Una vista hacia la ciudad, cada vez mas pequeña.







Otro breve descanso. Esta vez ya mucho mas cerca de la cumbre. Cruzando por un sector nevado y de roquerios.





Un hermoso cóndor juvenil volando alrededor. Quizás dando sus primeros vuelos para una futura vida que lo llevara a recorrer enormes extensiones de nuestra cordillera.





Y finalmente la cumbre. Enormes antenas y paneles solares coronan la cumbre del Purgatorio. 

Casi 5 horas de una extenuante caminata me permitieron disfrutar de espectaculares panorámicas.








Vista hacia el norte.









Y la foto para el recuerdo. Feliz de haber regresado a las caminatas luego de meses en formato cuarentena por el famoso Covid. Meses leyendo y estudiando la ruta, preparándome para no tener ningún contratiempo en un cerro que presenta algunas exigencias y complicaciones que hicieron más entretenida la caminata.

Aquel día no me tope con nadie en la ruta, la sensación de soledad fue completa, y la conexión con la naturaleza fue mayor. El recuerdo quedará grabado en mi memoria, y lo atesorare como una de las cumbres mas interesantes que he podido hacer hasta la fecha.

















 

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