El titulo elegido para describir el Trekking realizado a la laguna los Patos no es casual. El camino recorrido fue casi más que el destino en si, conviviendo ambos en un equilibrio perfecto.
Ya llegar a las termas del Plomo es una hazaña en sí, ya que si bien esta a tan "solo" 100 kilómetros de nuestra capital, el tiempo requerido es al menos de 3 horas para llegar a destino, y lo anterior no es tan solo por las curvas, el ripio y el transito en una sola dirección en algunos tramos bordeando el embalse el Yeso, si no que también por las maravillas naturales que puedes ir descubriendo si te tomas el tiempo y vas atento a tu entorno.
En el siguiente relato, intentaré plasmar de la mejor forma posible, esta gran aventura vivida en lo profundo de nuestra cordillera de los Andes, casi al limite con nuestro país vecino, acercándonos por algunas horas a una naturaleza agreste y a una gran fauna que lucha por sobrevivir en estos ambientes inhóspitos.
Primera detención importante. Era inevitable no obtener una captura del embalse el Yeso y sus colores de la mañana.
El bordear el embalse demanda calma y prudencia, ya que algunos tramos son bastante angostos.
Una vez superado, el camino se ensancha y se interna rumbo este siguiendo la huella del rio Yeso.
Algunas de las panorámicas que uno puede obtener desde el camino.
Enormes montañas en todas direcciones enmarcan la vista.
Mas adelante comenzaron a aparecer insignes representantes de la avifauna cordillerana.
Acá una Perdicita Cojón.
Una pareja de Caiquenes
Un Chirihue Dorado
Un bello y bien alimentado Fío-Fío
Ya dentro del Parque Valle del Yeso.
Es necesario pagar una entrada de 10 mil pesos para poder acceder a las Termas.
El cuidador nos indico que solamente el día de ayer habían despejado la ruta, así que nos sentimos bastante afortunados ya que sin quererlo calculamos la fecha exacta para poder realizar esta caminata.
Y finalmente habíamos llegado. Termas del Plomo, a casi 3000 mts de altura.
Preparar la mochila y partir sin demora a nuestro destino final de aquel día, la Laguna Los Patos.
A un costado de los estacionamientos se inicia el sendero. El primer tramo es una breve pero intensa subida, que te recuerda de inmediato que ya no estas en la ciudad, y que los 3000 metros de altura te acompañaran inexorablemente por todo el recorrido.
Ya superado el primer escollo, mantienes una caminata relativamente tranquila siempre a un costado del río yeso.
Ya en la cascada, hito natural que marca el cierre de la primera etapa de la caminata, y momento en que el sendero se dirige directamente hacia arriba, debiendo remontar unos 150 metros aproximadamente.
Aprovechando un breve descanso para inmortalizar el momento.
Habia que preparar las piernas y el espíritu para lo que venia.
Ganando altura rápidamente
Sorpresa en la ruta. Una gran liebre a lo lejos corriendo y remontando el cerro sin inmutarse, totalmente adaptada al ambiente cordillerano.
Y finalmente meta conseguida. La Laguna Los Patos.
3 kilómetros recorridos y 3230 metros de altura.
Por la fecha, la laguna aún se mantenía en un sector congelada.
Merecido premio y postal única para descansar y recuperar energías.
Y a falta de mas sorpresas, la aparición de un solitario Guanaco coronó una jornada espectacular en la cordillera profunda.
Luego de tan maravillosa caminata, era el momento de regresar, lo que también trajo mas aventuras y experiencias memorables para aquel gran día. Algunas caídas, el descenso por un gran acarreo y caminar por nieve y hundirse hasta las rodillas vino a cerrar una excelente jornada de aventura, exploración y descubrimiento.
La primavera ya se está haciendo presente, y la gran cantidad de fauna que pudimos avistar es prueba de aquello. Los Esteros cada vez traen mas agua, y la cordillera nevada que pudimos descubrir en esta travesía es un gran testimonio de que este año al menos cayó la cantidad de nieve "normal", cubriendo un poco los enormes deficits de años anteriores.
Es de esperar que a través de las fotos y el relato efectuado haya podido plasmar en parte, la extraordinaria aventura vivida en un bello y mágico rincón de los imponentes ANDES de la zona central.
