miércoles, 25 de noviembre de 2020

Aventuras en el Parque Panul

 
 
 
El Parque Panul se encuentra ubicado en la comuna de La Florida, al final de la calle Rojas Magallanes, pudiendo acceder al punto de entrada tanto en transporte publico como propio. Muchos también acceden en bicicletas, otros caminando, así que si la idea es visitarlo, existen muchas maneras de poder hacerlo.  

Yendo al detalle, El sector del Panul no es propiamente un Parque, ya que este se encuentra en terrenos privados, dentro de los cuales por muchos años ha existido la idea y deseo de construir y arrasar el bosque nativo para dar paso a lujosas y costosas viviendas. Ahora bien, así como ha habido presión para destruir, también ha existido el rechazo y fuerza contraria ejercida por organizaciones comunitarias unidas por el bien común de preservar y proteger este bosque de un valor único tanto para nuestra ciudad como para todo el planeta.

El Bosque Panul es nuestro último bosque nativo en Santiago, que alberga un rico ecosistema de nuestra flora y fauna nativa. La simple idea de destruirlo para construir mas viviendas parece descabellada, pero lamentablemente para algunos, la riqueza es un bien mayor que el mismo oxigeno que entrega el bosque.

Luego de esa presentación, me gustaría relatar el recorrido realizado en dos días diferentes junto a  mi  compañero de cordada Javier, mi hijo, con quien pudimos recorrer amplios sectores del Panul.

A continuación están las rutas realizadas, ambas de 8 kilómetros cada una, las cuales serán divididas en sector norte y sector sur en el relato y en las fotografiás. La primera realizada el domingo 1 de Noviembre, y la segunda la semana siguiente, el día 8.
 
 
 
 
 
 
 
  
 
 
 
 
 
 
La ruta del primer día fue inicialmente hacia el este, en dirección a la linea de cables de alta tensión, para luego empalmar con un sendero que se dirige al norte hasta el sector de lo Cañas.




 
 
 
 
 
 
 
Comenzando la caminata. Con vista hacia la ciudad que poco a poco iba quedando atrás.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 La caminata inicial comienza en un sector de poca vegetación, lo que en días soleados te puede desmotivar un poco. Lo bueno es que al poco andar, ya nos internamos en el bosque, y la sombra y brisa vuelven la caminata mucho mas agradable.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ya a mayor altura. Ya habiendo alcanzado la segunda linea de transmisión. Caminando en dirección norte.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Y seguíamos avanzando. 
Un descenso y luego ascenso en zig-zag para poder sortear la quebrada que estaba al frente nuestro.
 
 
 
 
 
 
 


 
Mi compañero de cordada, Javierito. 
Feliz, disfrutando la naturaleza.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Y una foto juntos. Disfrutando el día y la caminata. 
Un poco mas allá nos encontramos con una quebrada seca, que marca el limite con el sector urbanizado de lo Cañas. Desde ahí enfilamos hacia el oeste, descendiendo y retornando al punto en que habíamos comenzado horas atrás.

Quedamos con ganas de regresar, y eso fue lo que hicimos el domingo siguiente. 
Dicha aventura, será descrita a continuación.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Segunda aventura al Panul, sector Sur.
 
El recorrido es el mismo que el anterior hasta el sector de las lineas de transmisión, pero en esta ocasión nos dirigimos hacia el sur, cruzando un bikepark y emergiendo a la ciudad por el costado de un condominio de un nombre bastante rimbombante, "La dehesa de la Viña".  

 
 





 
 
 
 
 
Algunas aves que pudimos observar ese día.
 
Una colorida Loica.
 
 
 



Cernícalo.





Y una araña bastante grande que se encontraba a un costado del camino.






Caminando en dirección sur, bordeando unas colinas.




 
 
 
 
Llegando a un sector de mucha vegetación. 
Una quebrada completamente verde, con arboles nativos inmensos. 
Fue un momento muy agradable, bajo la sombra de los arboles, con un viento que nos refrescaba luego  de la caminata en un día muy caluroso.
 
 
 
 
 
 
 
 
 


 
 
 
 
Grandes arboles nativos.



 
 
 
 


 
 
 
 
 Por un momento fue como estar en el Sur de Chile, en medio de un Parque Nacional rodeado de enormes arboles, sintiéndote parte de la naturaleza, a kilómetros de la ciudad y la civilización. 
Fue de verdad un mágico momento.
 
 


 
 
 
 
 
 Con mi campeón disfrutando. Felices. La foto lo dice todo.
 
 
 
 

 
 
 
 
Luego de salir de la quebrada verde, retornamos nuevamente a sectores mas secos, para finalmente encontrarnos de frente con rastros de la civilización. 
En esta ocasión fue con un condominio cerrado y cercado con un nombre que después al saberlo me dio un poco de risa, "La Dehesa de la Viña". 
Tuvimos que cruzar una cerca para poder acceder a una avenida y así poder retornar al hogar.
 
 
 




 
 
 
En lo personal, fueron caminatas muy gratificantes. Primero porque las hice junto a mi querido hijo Javier, y también porque es un sector de la ciudad que actualmente esta corriendo mucho peligro. 
El riesgo de que este sector de naturaleza, verdor, esparcimiento y vida desaparezca es muy alto, por lo que difundir su valor, generar conciencia y movilizar a las personas en su protección es muy necesario; un imperativo que nos llama a luchar para preservar lo poco que no hemos destruido. 
 


 
 


 

lunes, 23 de noviembre de 2020

Estero las Hualtatas

 

Luego de meses de confinamiento y de estar alejado de forma obligada de cualquier actividad al aire libre por el famoso COVID, aproveche LA oportunidad que se me presento para tomar mi mochila, y lanzarme a caminar por donde hubiera naturaleza, tranquilidad, y distancia de la cárcel ciudad.


El día jueves 17 de septiembre pasado solo se trabajaba medio día, y algunas comunas de Santiago ya presentaban un leve avance respecto a la cuarentena total, que nos había tenido recluido los meses previos. En dichas comunas, ya había libre desplazamiento los días de semana, por lo que se me presentó una oportunidad única que no podía desperdiciar.


Solo con la ayuda de Google Earth, pude trazar un recorrido para una aventura de descubrimiento por una zona al menos para mi totalmente desconocida. Por las imágenes, pude apreciar un acceso vehicular expedito, algunos senderos o huellas marcadas en el terreno, y el curso del estero Hualtatas que me debería acompañar durante algunos tramos de la ruta.


En la imagen, el detalle de mi recorrido. Fueron en total 18,7 kilómetros, distribuidos en un tiempo de unas 5 horas aproximadamente.

 

 
 
  



 
 Empezando el recorrido. Dejando rápidamente atrás la ciudad.
 
 
 
 
 
 
 
 
Remontando una pequeña colina. 
Cruzando hacia el otro lado debería estar el estero y la huella de un sendero.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Siempre hay tiempo para la observación de aves. 
Cámara en mano pude capturar esta Rara.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
 
 
 
 
Finalizado el ascenso, me encontré con esta bella planicie completamente verde. La primavera ya estaba presente en la precordillera. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Vista hacia el camino ya recorrido.
 
 
 
 
 


 
 
 El famoso estero, el que le da el nombre a este Trekking y a la entrada del blog.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Momento ideal para refrescarse e hidratarse para luego seguir adelante.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Poco a poco se iba ganado mayor altura, en esta subida ya se podían apreciar a la distancia algunas cumbres nevadas.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Y una nueva verde y extensa planicie, con agradables vistas ya a cumbres cordilleranas de mayor altura.
 
 
 
 
 
 
 
Uno de los aciertos fotográficos del día, mi primer chuncho avistado y fotografiado, escondido en un gran árbol a un costado del sendero.
 
 

 
 
 
 
 
 Un majestuoso árbol nativo
 
 
 
 
 
 
 
 
Momento para un breve descanso, y para una foto que pudiera inmortalizar aquel hermoso día soleado, rodeado de un manto verde y una tranquilidad y relajo total.
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La ciudad, cada vez mas lejos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ya desde mayor altura, dejando atrás la "Hacienda Santa Martina", un club de golf y centro de recreación bien oculto entre los cerros.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Los carroñeros haciendose presente. 
Un despreocupado Tiuque disfrutando los restos de un vacuno muerto.
 
 
 

 
 
 
 
Y sobre mi, en lo alto, un Águila buscando alguna presa.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Y finalmente, mi destino final de aquel día.
En el mapa de Google Earth me aparecía un gran manchon verde, lo que para mi podría ser un sector de vegas, finalmente lo pude observar con mis propios ojos en el terreno.
 
 
 
 
 
  
 
 
 
 
Una vertiente que nacía desde un sector cercano, generaba un extenso sector de vegas con abundante vegetación.
 
Fue un lugar perfecto para dar por terminada mi caminata, descansar, hidratarme con esa agua pura y cristalina, y preparar mi regreso.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Feliz. 
Un escape necesario luego de meses de confinamiento.
 
 
 

 
 
 
 
 
A mas de dos meses de realizado este trekking, miro hacia atrás y trato de rememorar la alegría y dicha que pude alcanzar ese día. Mi cansancio fue mucho mayor a las caminatas anteriores, habían algunos kilos de más y casi ninguna caminata extensa realizada por al menos cinco meses. 
 
Nada de eso importo cuando llegó el momento de comenzar a caminar, ascender, descender, tropezar y casi caer en algunos tramos.
 
Extrañaba mucho el poder salir a caminar, el contacto con la naturaleza, beber agua de un estero, observar y fotografiar el entorno, sentir el agotamiento, el calor y la felicidad de cumplir con el objetivo planteado por uno mismo. En fin, muchas cosas que espero pueda disfrutar en los meses venideros.

A seguir en la ruta.
 
 
 
 
 



 


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