El siguiente relato se enmarca dentro de la realización de uno de mis planes y sueños viajeros que tenia hace muchos años en carpeta, el cual se encontraba esperando el momento justo para ser llevado a cabo.
Mi sueño cumplido me permitió conocer Puerto Williams, navegar por el Beagle y llegar hasta Puerto Toro, el poblado mas austral del mundo, y recorrer la belleza de la isla Navarino.
El dia escogido para realizar esta aventura exploratoria en dirección sur por el cordón de cerros que comienzan con el Cerro Bandera fue el lunes 26 de marzo. Al día siguiente ya tenia vuelo de regreso hacia Punta Arenas, por lo que correspondía cerrar la visita a las tierras australes de la mejor forma.
La idea inicial era hacer cumbre en el cerro Bandera, tomar algunas fotos desde la altura de Puerto Williams, contemplar el Beagle y la isla grande de tierra del fuego, y volver. Eso al menos era el plan inicial, pero la motivación y ganas de explorar fueron mas, lo que me permitió conocer paisajes y vistas sorprendentes desde las alturas mayores en dirección sur de la isla.
La ruta completa se detalla a continuación, partiendo desde mi hostal en Puerto Williams.
El recorrido total fueron 20,7 kilómetros.
El inicio de la caminata fue alrededor de las 9 de la mañana. El día estaba completamente cubierto, y el pronostico proyectaba algunas gotas que podrían caer pasado el mediodía.
El primer tramo de la ruta se realiza por una ruta vehicular de ripio, con aproximadamente unos 4 kilómetros de extensión hasta el inicio formal del trekking.
Primera detención a orillas de un estero, el cual mas arriba forma una atractiva cascada
La cascada.
Ya muy cerca del inicio del sendero
Sitio donde se inicia el circuito de los dientes de Navarino, el cual cuenta con baños, y mapas bastante detallados de la ruta, con descripción de los hitos, y los kilómetros recorridos.
Primer tramo, hacia el cerro Bandera.
El sendero discurre bajo enormes arboles, incluso algunos caídos pueden llegar a servir de un pequeño puente.
Troncos con extrañas formaciones, probablemente moldeadas por la acción del incesante viento.
Primer mirador natural alcanzado
Nuevamente la ruta se internaba por medio del bosque, lo cual entregaba una protección natural del fuerte viento y también de la lluvia que comenzaba a caer tímidamente.
Posando para la cámara, vista hacia el norte.
De fondo se logra apreciar Puerto Williams, el Beagle y mas atrás la parte Argentina de Tierra del Fuego.
Cometocino Austral, a un costado del sendero, sin inmutarse mucho de mi presencia
Ya saliendo del bosque. Completamente expuesto al intenso viento que corria desde el norte, y que comenzaba a golpear con fuerza.
El Cerro Bandera ya estaba mas cerca.
Primera meta del dia conseguida.
Inicialmente como había descrito antes, este sería mi destino final, pero al contemplar en dirección sur las montañas de los Dientes de Navarino que se comenzaban a asomar, decidí seguir caminando en dicha dirección.
La ideas era explorar, descubrir y fotografiar, y había tiempo y ganas de hacerlo.
Vista hacia dos puntas de un cerro que al regresar me anime a subir hasta sus cumbres. Lamentablemente no he podido dar con el nombre del cerro, así que se mantendrá en el anonimato al menos en este relato.
Encaminado en la ruta, decidí seguir los hitos que forman parte de la ruta de los Dientes de Navarino, por lo que la huella bordeaba la parte Oeste de los cerros del lugar, encaminándose hacia el sur.
Abajo se aprecia la Laguna Robalo, a los pies del cerro de mismo nombre.
Bella panoramica de las lagunas y cerros de la isla Navarino.
A la derecha la Laguna Robalo, y mas a la izquierda la laguna El Salto, hito significativo dentro de la ruta a los dientes de Navarino, los cuales se hacen presente en la fotografiá hacia la parte izquierda.
Aquí con mas detalle.
Los Dientes de Navarino hacia la izquierda, y abajo, la laguna El Salto.
Hito numero 7.
La meta definitiva de ese día, ya que mas adelante el sendero comienza a bajar en dirección a laguna El Salto, el cual recomiendan como sitio de acampada para los aventureros que se disponen a recorrer esta sorprendente y poco transitada ruta.
La foto infaltable. Es difícil describir la emoción de ese momento, el contexto quizás es mas fácil de recordar, un día completamente nublado, frio, y el fuerte viento que a ratos traía granizos y golpeaban fuertemente mi chaqueta eran el telón de fondo de la aventura.
Como casi no vi a personas, con el autodisparador de la cámara logré en un breve espacio de tiempo en que el viento disminuyo apoyarla en las rocas y obtener este hermoso recuerdo.
Mas que feliz.
Ya al regresar, el espíritu de conocer mas lugares seguía presente en mi, así que dentro del panorama cercano se asomo una cumbre que contaba con dos puntas. La distancia no era muy lejana, así que seguí a campo traviesa lo mas recto posible hacia la cumbre de mas a la izquierda, (que creía era la mas alta, percatándome de mi error solo estando en dicha cumbre).
A mayor altura, los manchones de nieve se hacían presente
La primera cumbre, con unas vistas increíbles de la Isla.
Vista hacia el este
Cansado, con frio, pero feliz.
En la primera cumbre, me percaté de que la altura mayor era la otra, así que partí en búsqueda de aquella esquiva mayor altura.
Y luego de unos momentos, caminando por el filo cumbrero, con el fuerte viento del norte, llegue a mi objetivo.
Y pude contemplar la majestuosidad de los paisajes del fin del mundo
Mirando hacia el Oeste. Muy a lo lejos, se aprecian las altas cumbres nevadas de la Cordillera de Darwin.
Hacia el sur. A lo lejos, probablemente la Bahía Windhod y el mar austral.
Si se pudieran inmortalizar los momentos, claramente que escogería ese momento para poder revivirlo cada vez que quisiera.
Fue un instante de mucha alegría. Sumado al desafió personal conseguido, estaba la satisfacción por haber cumplido un sueño que llevaba conmigo por muchos años, y que ese día de fines de marzo del 2018, finalmente se concretó.
Ya era el momento de regresar.
Sorpresa!!
Casi imperceptible, una Perdicita Cordillerana Austral.
Otro regalo de aquel mágico lugar.
Dejando atrás el terreno expuesto, y nuevamente muy cerca de entrar a la protección del bosque.
Ya sin viento.
La foto final, testimonio del regreso y de la proximidad del fin del sendero bajo el bosque.
Mucho de lo que podria haber incluido en este cierre ya fue descrito a lo largo de este extenso relato.
Un sueño cumplido, un lugar magico, mas que recomendable.
Queda pendiente la realización de la ruta completa de los Dientes de Navarino.
Quizás en algunos años mas. Mientras, seguiré cumpliendo otros sueños que aún tengo guardados en la abultada carpeta de proyectos y planes aventureros futuros.
Espero que este relato pueda motivar a otros a aventurarse por esta tierra que aún tienen un toque de soledad y aventura que la vuelven única.
Lovely article to read! What time of the year did you visit there?
ResponderEliminarHi, I was in Puerto Williams last Year, from march 26 to 30.
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